lunes, 18 de mayo de 2009

ALFRED MARSHALL: EL PENSADOR

Marshall, (1842-1924). Se considera como uno de los padres de la economía ortodoxa moderna, junto a León Walras. Durante su juventud logro una excelente preparación universitaria en matemáticas, pero a parte de esto también se distinguió por sus fuertes sentimientos humanitarios, relativos a mejorar la calidad de vida de las personas, permaneció en Cambridge después de graduarse de su licenciatura en matemáticas, pero pronto incursionó en la lectura de la metafísica, la ética y la economía, siendo esta última por la que más interés mostró, al punto de impartir la cátedra de economía en la misma universidad de Cambridge.
Marshall era consciente del cambio a través del tiempo de las teorías y las ideas alimentadas por la inquietud humana, así que trataba de combinar su preparación matemática con sus fundamentos en historia, para así poderse adaptar más fácilmente a esas fluctuaciones.

Para Marshall
"la economía política o economía, es el estudio de la humanidad en las ocupaciones ordinarias de la vida; examina esa parte de la acción individual y social que está mas estrechamente conectada con la obtención y el uso de los requisitos materiales del bienestar".
Como era de esperarse asumió una posición bastante conciliadora en cuanto a la definición particular de la economía y planteaba que
cada economista podía asumir el concepto como mejor se ajustara a sus inclinaciones, esto con el fin de optimizar su desempeño.
A diferencia de los clásicos, Marshall estaba convencido que la economía tenia la tarea principal, de eliminar la pobreza a tal punto que reclamó a Ricardo el hecho de no entender que la pobreza genera más pobreza, dado que la falta de recursos en las familias no garantizan, ni la salud, ni la preparación para permitirles ganar más.

Los cuatro tiempos convencionales de Marshall son: el periodo de mercado, en el cual la oferta es fija y perfectamente inelástica. El corto plazo en este se alcanza a cambiar la producción y la oferta mas no la planta instalada. El largo plazo, ya a este nivel todos los costos son variables. El periodo secular, en este no solo varía la tecnología sino la composición poblacional.
Se había formado a finales del siglo XIX una gran controversia alrededor de la teoría del precio o del valor en cuanto a la mayor o menor influencia de la oferta y de la demanda. Mientras los clásicos enfatizaban en la oferta, los neoclásicos lo hacían en el lado de la demanda. Marshall se había situado en un punto donde trataba de defender según él la verdad, para él entre más corto fuera el periodo más importante sería el poder de la demanda para fijar el precio; por el contrario en cuanto más se prolongaba el factor tiempo, cobraba mayor relevancia la influencia de la oferta.
En sí Marshall condenaba al fracaso cualquier intento unicausal de explicación de las variaciones del precio y del valor. Una de las criticas más interesante generada por Marshall es la del mal uso por parte de los economistas del análisis marginal, como si este fuera el omnipotente determinante del valor del todo, cuando la verdad se trata de entender la marginalidad como el campo donde actúan las fuerzas que gobiernan el valor del todo y no de afirmar que la utilidad marginal o el costo marginal determinan el precio, ya que estos, gracias a la mutua interacción de los factores también son determinados en el margen.
La anterior observación está muy relacionada con la concepción de la causación unidireccional que Jevons y Menger habían señalado; es decir, que la demanda, la oferta y el precio interactúan entre sí mutuamente en el espacio marginal para determinar sus respectivos valores.

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